La industria del cobre europea ha propuesto una serie de principios que pretenden garantizar un marco normativo equilibrado diseñado para apoyar la innovación y proteger la competitividad del cobre.
El cobre es esencial en tecnologías limpias y la fabricación de productos de bajo consumo, de acuerdo con el 'Manifiesto por una industria competitiva de cobre Europea ", publicado por el Instituto Europeo del Cobre (ECI) en junio de 2010.
El metal puede tener un impacto ambiental positivo. El cobre es 100% reciclable, resistente y tiene una alta conductividad eléctrica y térmica, colocándolo en el centro de la evolución de tecnologías limpias en sectores como la construcción sostenible y el transporte. El uso del cobre también puede ayudar a mejorar la eficiencia de los recursos, un motor clave de la estrategia Europa 2020 para un crecimiento inteligente y sostenible. Por ejemplo, las aleaciones de cobre han permitido la miniaturización de los objetos de uso cotidiano como los teléfonos móviles, ordenadores, cámaras y reproductores de MP3.
El cobre también puede ser reciclado una y otra vez sin afectar el rendimiento, por lo que es excepcionalmente sostenible.
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