Los calcetines con fibra de cobre fueron uno de los primeros artículos que se entregaron a los 33 mineros atrapados en Chile para protegerlos de las bacterias, eliminando los malos olores y las posibles infecciones. "Estos productos son autoesterilizantes" dice Jeffrey Gabbay, fundador de la compañía que produce este tipo de ropa a base de cobre para uso médico. "Los malos olores se crean por toxinas emitidas por las bacterias, por lo que estos calcetines evitan su creación y evitan el riesgo de infección".
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